domingo, 13 de diciembre de 2009

El dictador enfermo (Parte 3)

Imagen: Escultura gigante, El dictador. Autor: Mega: Teatro la Siembra.

Por Ernesto Martínez

Era tenso el momento de la elección. El aparatoso movimiento del Tribunal Supremo Electoral, los invitados provenientes de los más recalcitrantes partidos de derecha con carácter de observadores. Las cámaras apuntaban hacia el primer elector. Una anciana sabiamente escogida trastabillaba por entre el gentío agolpado contra las urnas colocadas en serie. Es una viejecita, una dulce viejecita, decía el presentador anónimo detrás de la cámara, esto es un augurio de la más transparente y masiva votación de la historia…

El dictador, que observaba todo desde la enorme sala junto al asesor principal del golpe de estado, miró de reojo a éste inquiriéndole: ¿No es demasiada la actuación?
-No se preocupe, señor presidente, sólo es efecto visual, el resultado será el mismo.
-Me refiero a que hubiera sido mejor algo más efectivo, que no descansara en una viejita…En fin, las elecciones no dejan de ser incómodas…

-Llamé a Carlitos para saber qué pensaba, cómo miraba todo esto. Me dijo que los votos son sólo sentido común, no le hacen daño a nadie...
-Preservar el poder… sentido común para preservar el poder -dijo el dictador, concentrado en la pantalla del televisor en la que aún aullaba el presentador anónimo.