viernes, 30 de noviembre de 2012

PATAKA-KO: PRIMOROSO VISIONARIO PECH










Fotografía de Ángel Domínguez





PATAKA-KO





Había una vez una mujer Pech, que se fue a traer agua al río por lo menos nueve veces, estando allí sintió la necesidad de hacer su oficio y decidió hacerlo a la orilla del río, que en ese momento estaba creciendo mucho, cuando se sentó vio venir una espuma blanquita que la vino a engendrar.

Pasado algún tiempo, su madre le notó que estaba embarazada y le preguntó: ¿Ajá, y ese marido donde lo tiene usted? a lo que la joven no supo responder.

Durante su gestación, la mujer Pech estuvo custodiada por nueve wataes quienes se encargaron de construir la vivienda a base de bahareque, con techo de capuca y pacaya, lejos de la tribu en un lugar solitario en el interior de la selva.

A los nueve meses la mujer Pech, dio a luz nueve niños, parto que lo tuvo sin dolor ni nada, la alimentación era a base de langosta, miel y cacao para los niños, estos eran atendidos por unas niñas de doce años, quienes se encargaban de prepararles los alimentos y el munia (bebida ceremonial preparada con yuca dulce); su vida no era pública.

A los nueve días de haber nacido, avisan al pueblo de este hecho extraordinario quienes preparan una fiesta (ceremonia o quech) con sasal (alimento a base de yuca), carne, chicha de yuca, para recibir a los recién nacidos, una vez terminada la fiesta mientras el pueblo dormía, los wataes se llevan al menor para educarlo y enseñarle el conocimiento de la naturaleza y el mundo celestial. El kako fue iniciado por los wataes, permaneciendo treinta días en la selva con espíritus y conociendo su valor para hablar con los espíritus y permitiendo la adquisición de conocimientos.

La primera existencia de investigación, la hace con los cerros; salía a las doce de la noche en espíritu puro para entrar al corazón de los cerros, mirando a grandes ciudades habitadas de animales silvestres.

En su segunda experiencia, Patakako viaja en la pirikataka (el arco iris) al fin del mundo, para darse cuenta que el universo está sostenido por cuatro horcones; que constantemente son cambiados, incluso él sirve de horcón como parte de su experiencia de conocimientos, además se da cuenta que la tierra es como una naranja rodeada de agua por todas partes y que es movida por los espíritus malos y buenos, durante esta experiencia él es aconsejado por la pirikataka quien le dice que debe estar alerta porque cada tres días los horcones son cambiados y él debe aprovechar ese momento para escaparse.

Concluida su misión en el lugar de las tinieblas, en el fin del mundo, él decide hacer su tercera experiencia, los wataes le habían dicho que existían otros estados en la superficie del universo, el patakako decide comprobarlo y a las doce de la noche, va pasando estado por estado, se da cuenta que las hormigas proceden del séptimo estado y que cuando hay huracanes salen con su huevos buscando refugio en este planeta terrestre, el kako se da cuenta que las hormigas sabían interpretar las cosas de la naturaleza.

Al Patakako, como Watá que era, siempre su pueblo le pedía consejos y le preguntaban que si es cierto que los dos ríos que riegan esta región tenían sirenas. El kako, con el deseo vivo de enseñar a su pueblo, se transformó en pez tepemechín y recorrió el río Cuyamel, llegando a demostrar que sí existían sirenas y que tenían nueve ojos. (La sirena en la cultura Pech, es la madre de los peces y no tiene relación con el mito occidental más que en el nombre).

Patakako se enteró que la región donde vivía había una roca que estaba creciendo y llegaba hasta el cielo y por allí bajaba un tigre a comerse a los Pech, como los hermanos mayores no podían quebrarla entonces bramaban haciendo tormenta. Entonces el que era menorcito les dijo: "Ustedes no son hombres, ya van a ver como se deshace esa piedra". Se deslizó en la mitad del cielo y aventó toda aquella piedra por todas direcciones, una parte por el norte y otra parte por el sur, acá y allá dejando en la mitad los cerros como el Punta Piedra que esta hoy lejos de la región que habita el Pech.

Cumplida esta misión, los hermanos regresaron donde su madre, pero esta ya había muerto, sólo encontraron una montaña.

Patakako en su última misión civilizadora intenta conocer el cielo y a su gobernante, todo este proyecto a petición de su pueblo que venía a preguntarle si era cierto que en el cielo existía su tocayo o gemelo; con el deseo vivo de demostrarlo, kako subió a los nueve estados del cielo observando una casa que era habitada por una viejita; quien le advirtió que se fuera de allí porque en ese lugar había otro Patakako que se lo podía comer, el Patakako no hizo caso, hasta que llegó donde estaba su tocayo, luego decidió transformarse en murciélago, se subió a un palo de coroza y allí lo esperó, enviándole un soplo de frío que obligó al kako del cielo a salir, este pidióle a sus nietos que le sacaran un asiento fuera de su casa para calentarse; el kako, que había subido a la tierra, observó que el otro tenía nueve ojos que parecían luceros.

El kako Celestial al sentirse que alguien lo miraba, le dió miedo y le dijo a los nietos que alguien lo observaba, uno de ellos vio que en la punta de un árbol de coroza había un murciélago, entonces decidieron bajarlo con un pito y de un soplo el murciélago cayó al suelo sobre un manto que habían puesto los guardianes del cielo; el kako del cielo corrió presto para agarrarlo y comérselo pero en un momento, el murciélago escapó, llegando a la casa de la viejita.

Después de contarle a la viejita que había visto a su tocayo ésta le advirtió que no se quedara allí, por lo peligroso de la situación, pero como venía muy cansado, decidió descansar allí y se durmió en una hamaca. Transcurrida media hora, se despertó sintiendo un dolor agudo en el corazón que lo hacía sufrir, mientras el dormía unos tigres le habían sacado el corazón eso fue lo que le contó la viejita y le dijo que le habían puesto uno de pizote que le quedaba muy bien.

El Patakako, regresó a la tierra y les contó que había otro y que tenía nueve ojos. Patakako siguió viviendo entre la gente, haciendo curaciones de diversas enfermedades, pero un día decidió retirarse de la gente y se fue a la región de Warasca (por el río plátano) entrando en el cerro Kao Kamasa (casa blanca) en el Cerro de la Palmera.




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De los primeros gobernantes pech, Pataka-Ko es el más memorable. Su historia representa la cosmogonía de uno de los pueblos más aferrados al espíritu de la naturaleza. Nacido de una princesa de la tierra y un Dios o Watá.

Un visionario preparado con primor por una de las culturas más bellas de América, un gobernante que con su sabiduría guió al pueblo pech enseñándole  el “Katoká” (ceremonia propiciatoria de una curación) y el “Kech” (rito de agradecimiento); les enseñó a curar dándoles el “sombreé” (el soplo) y otros medicamentos más. Inició a su pueblo en el conocimiento de la naturaleza, el hombre y el cosmos.

Este semi-dios tenía poderes maravillosos, y cada momento de su vida representa el deslumbramiento ante un mundo construido a la medida de la perfección de una tierra percibida como una madre, en la que Pataka-Ko se le asigna la función de “padre formador del universo pech”. En su misión de enseñar los desconocido el Ka-ko viaja sobre la serpiente de colores “Pirikata” o arco iris, al inframundo. Conoce los secretos de la naturaleza terrenal e intenta conocer el mundo celestial y robar los bienes culturales, mediante la astucia, se transforma en varios animales gracias a sus poderes y compañeros terrenales, de los cuales recibe consejos, como la pirikata que lo acompaña por las aguas del inframundo, el zorro en la tierra y el murciélago en la oscuridad.

La lucha cósmica se establece al entrar el Dios terrenal al dominio celestial, siendo vencido este último al arrancarle el corazón, el Kinis Kabok pok, o sea, el Tigre Celestial guardián del Kako, su gemelo.

En la cosmogonía Pech, el universo está regido por dos grandes dioses: el Pataka-ko Celestial y el Kako Terrenal, nuestro padre.

El Dios terrenal crea orden en los tiempos primordiales en su inicio de acción divina: posee poder sancionador y santificador. Hasta la época de contacto colonial, en el universo mítico Pech, no podemos hablar de un monoteísmo sino de un dualismo natural.

Pataka-ko desaparece en el horizonte histórico con la evangelización que aún no finaliza, primero con la iglesia católica utilizando el poder de la colonia; hoy en día la iglesia “La Profesía” [sic] que son promovidas por misioneros norteamericanos, intentando apropiarse de la cosmovisión del indio obligándolo a que renuncie a sus ceremonias y ritos, pues según su doctrina, para estar bien con Dios nada más se requiere fe y no de cultos heredados de sus antepasados.




(Tomado del libro Mitos, Leyendas y Ritos de los Pech, de Lázaro H. Flores)

sábado, 24 de noviembre de 2012

LIBRE: POSICIONAMIENTO FRENTE AL PROCESO ELECTORAL PRIMARIO E INTERNO






El partido Libertad y Refundación, LIBRE, frente al proceso electoral llevado a cabo el domingo 18 de los corrientes, se pronuncia en los términos siguientes:

1. El proceso electoral, está diseñado para exaltar los datos de los partidos tradicionales y aun así no ha podido esconder la relevancia de los cientos de miles de compatriotas que se expresaron en las urnas a favor de la opción de LIBRE, (600 MIL hondureños), mientras se ha puesto nuevamente de manifiesto la poca legitimidad y credibilidad que los partidos tradicionales le dan a su propio sistema, con acusaciones de fraude en ambos partidos.

2. El fraude usado por ambos partidos tradicionales es evidente y está cometido para perjudicar a sus propios miembros, mostrando la decadencia del bipartidismo que esta vez se ha excedido en el fraude hasta límites impensables.
 
A esta altura, ningún ente nacional o internacional está en posición de encontrar respuestas a la división profunda planteada por el fraude de la clase política tradicional que ha empañado el proceso. Las acciones fraudulentas, multiplicadas a lo largo y ancho del territorio nacional, no sólo suponen una condena de parte de la opinión pública, sino un castigo ejemplar a los responsables, así como las rectificaciones que se requieran; de otro modo nos acercamos a un colapso total de la ya frágil institucionalidad DEMOCRÁTICA de Honduras .

3. DEMANDAMOS RESULTADOS, inmediatos y verdaderos de parte del Tribunal Supremo Electoral; NO aceptamos más divulgaciones parciales que permitan tirar una cortina de humo sobre nuestra histórica participación.

4. Es notorio e inaceptable el retraso en el sistema de conteo de DATOS de LIBRE frente a los del bipartidismo tradicional.

5. LIBRE propone que de inmediato se tomen los correctivos para esta etapa y para el 2013 se eliminen los procesos de escrutinio TREP utilizados hasta la fecha en el proceso electoral, implementando el VOTO ELECTRONICO, la renovación del CENSO ELECTORAL, (Registro Nacional de las Personas) y la depuración del sistema electoral vigente, acciones que deben iniciarse desde ya, en aras de conseguir la transparencia y confiabilidad que se requiere.

6. Llamamos a nuestra militancia a mantener toda su atención en las próximas horas, ya que nos amenazan en cerrar el conteo dejando miles de actas sin hacerlas de conocimiento público y rescatar todo lo importante de esta lección que ha situado a nuestra candidata como la primer fuerza política en estas elecciones primarias y la que no ha podido ser doblegada ni con este escandaloso y fraudulento proceso denunciado por los partidos tradicionales.

Seguimos en el camino a la victoria FINAL. 
 
José Manuel Zelaya Rosales
Coordinador General
Partido Libertad y Refundación
Libre                       

jueves, 22 de noviembre de 2012

A propósito de folclóricas opiniones sobre originalidad del arte en Honduras







"Los pajaritos" de Lucian Freud, en la zona del derriere, de la modelo británica Kate Moss


Querido Léster,

Aprecio mucho tu texto sobre este problema de la originalidad, aunque desde mi punto de vista es más uno de inteligencia y capacidad de observar, diferenciar e interpretar. Quiero, en repuesta a tu texto, aportar los siguientes comentarios:

1. Primero que nada, ¿es posible que en Honduras nunca nadie haya leído las tesis post-estructuralistas de Barthes y Foucault sobre la idea del 'autor'? Para Barthes, darle un autor a un texto es limitar su capacidad interpretativa; no es el origen lo que hace un texto u obra, sino su destino, es decir, el público, pues es el único que con su imaginación e inteligencia puede completar la obra o integrar significados a ella. Para Foucault, más radicalmente, darle un autor a un texto es un síntoma de individualismo, ese flagelo del liberalismo decimonónico que nos llevó al atroz desarrollo del capitalismo durante el último par de siglos—cosa que quizá muchos curadores no pueden ver pues estamos dentro de la historia y no fuera de ella como les gustaría creer. Es asumir que podemos ser una comunidad mientras nos damos puñaladas en la espalda—cualquier similitud con la realidad hondureña es intencional.

2. Los parentescos formales que vos mencionás son, en gran medida, lo que hace la historia. Le déjeuner sur l´herbe, de Manet, se nutre muy de cerca de una reproducción que Raimundi hizo de una pintura de Rafael, y gran parte de la potencia discursiva del Manet surge de su diálogo con Rafael. Le déjeuner sur l´herbe es una obra que podemos ubicar al origen del movimiento modernista—qué curioso que haya ahí mucho de copia. Y aquí pues entra Derrida, gran lector de Barthes y alumno de Foucault: lo que hay al origen es siempre un signo que nos remite a otro y así hasta el infinito; o en palabras de Derrida, al abismo.

3. Me agrada mucho que abordés tu proceso, del cual han sido parte los aviones y barcos de papel desde hace años. Sin embargo, para pensar que los aviones de papel son una novedad, hay que ignorar todos los aviones de papel hechos antes de 2009 (que han de ser, en buen sampedrano, un pijazo), o estar muy envidioso de tu trabajo. ¿Acaso da Vinci no hacía aviones de papel, si quería volar en uno? Tu pieza tiene en común los aviones de papel con la de Dawn Ng. Esto no tiene nada de problemático. El problema es que haya alguien que no pueda observar las grandes diferencias que hay tanto en la estructuración de la obra como en el sentido que toma el espacio en cada caso. Esto equivale a no ver, a no saber nada de arte.

Y bien, eso quería apuntar por ahora. Te agradezco otra vez el texto, que ya he puesto en el archivo que desde hace años mantengo sobre tu trabajo.

Un abrazo grande,

Gustavo

viernes, 16 de noviembre de 2012

Polémicos, originales y folclóricos: Opiniones sobre el tema de la originalidad del arte en Honduras









 Lester Rodríguez
José Guadalupe Posada




Por Lester Rodríguez
Artista


“Si nos quitan el derecho a robar ideas, 
¿de dónde saldrán entonces?”

Roger Meyers Jr.
En un capítulo de Los Simpson.





Desde hace algunos meses una polémica ronda por el árido paisaje de la producción visual en Honduras, el tema en cuestión es otra vez el incipiente y espinoso asunto de la originalidad y con él, las famosas acusaciones de plagio. Dichas polémicas y señalamientos de un lado a otro no constituyen una novedad, la discusión –si es que podemos llamarla así- no es algo que se viene manejando, desde la inauguración de la Bienal de Artes Visuales de Honduras en Septiembre pasado (para poner un ejemplo), de hecho existen precedentes que ponen en escena supuestos incidentes al parecer relacionados a una debilidad ética por parte de un o una artista para reconocer la autoría primigenia de otro.

No son pocos los casos en donde el tema vuelve una y otra vez como una sombra que acecha detrás de la puerta. Uno de los casos más sonados en nuestro contexto fue el de la obra Doble Rojo del artista Nerlin Fuentes en 2006 en donde al artista se le acusaba de hacer copia de otro artista con el cual compartía coincidencias formales, pero quizá el caso más reciente y la razón por la cual escribo el presente artículo, es el referido a mi persona y la pieza “Enjambre” presentada durante la muestra personal Deriva Continental desarrollada en 2012 en la Alianza Francesa de Tegucigalpa.


Para poner en contexto los hechos comenzaré por mencionar que durante el año 2009 poco después de regresar de la Habana comencé a trabajar junto al artista Darvin Rodríguez en el diseño de unos planos preparativos de una muestra personal que incluía una instalación de cientos de aviones de papel dispuestos como una espiral desde el techo del espacio donde se iban instalar, dicho proyecto se desprende de la pieza 2,000 barcos de combate presentada durante la Bienal de la Habana. Al dar forma a la idea, la instalación se presentó en el año 2012. “Enjambre” -nombre de la obra- es una de las tres piezas que daban cuerpo a la exhibición, y la misma responde al tema del desplazamiento como una referencia. Hay una apuesta por la construcción de un paisaje (a manera de objetos de combate) y que redefinen nuestra visión, no sólo de frontera, sino también la amenaza latente de la guerra. De ahí también el sentido que la instalación bordeara todo el espacio de la sala y envolviese el resto de la muestra. Aludiendo a la objetividad, el producto no se ha distanciado de los intereses y conceptos desarrollados durante los últimos 10 años en mi trabajo.


Hace unos tres meses aproximadamente recibí imágenes de la artista singapurense Dawn Ng, quien usa el mismo recurso formal. Me pareció bastante interesante el hecho de encontrar puntos de coincidencia; si bien es cierto no hay cercanía conceptual, la hay en la resolución formal del asunto.

Tal y como sucedió con la obra de Nerlyn, (y anteriormente con trabajos de Gabriel Galeano, entre otros) el sector productivo -e improductivo- del arte local hizo revuelo. En todos los casos de acusación de plagio ha faltado una discusión a la altura sobre el tema. Podría decirse que no ha existido discusión alguna, siendo un tema resuelto, empacado, desempacado y reutilizado en el resto del mundo. Es decir, no se aprovecha toda la literatura y el análisis que al respecto viene invirtiendo el arte universal, desde hace varias décadas.


Dicho lo anterior, quisiera entonces referirme al problema de la originalidad, que a mi criterio se desprende de una anquilosada y deformada concepción moderna sobre la cual el artista actúa bajo ciertos parámetros. Pienso que nuestra concepción del mundo y la realidad está de manera permanente mediatizada de forma transversal por la imagen, si hay algo que es omnipresente en nuestra sociedad contemporánea es posiblemente la presencia diaria del flujo de información e imágenes que de modo constante redefinen nuestra concepción y puntos de vista sobre las ideas y las cosas.


En un contexto precario como el nuestro –y con esto hago un paquete de la región centroamericana- no es extraño que en ocasiones ciertos atisbos de folclore provincial y malinchismo disfrazado de una falsa reserva moral salgan a luz. Contrastando con lo anterior, creo que es difícil pensar en la posibilidad de que en un momento de la historia con tantos vínculos y redes de intercambio, tanto artistas o filósofos no encuentren en algún momento puntos de coincidencia a pesar de las barreras latitudinales o contextuales. Siendo más claros, vivimos permanentemente expuestos, lo que significa en cierto modo que el sólo hecho de pensar el arte como una carrera anclada a criterios de originalidad y novedad es bastante ingenuo. En este sentido, pienso que a pesar de mi desconocimiento del trabajo de Dawn Ng, no pasaba desadvertida la posibilidad que, siendo en este caso el recurso del avión de papel tan popularizado, solamente yo podría plantearme su uso para propósitos artísticos.


Si bien es cierto que es algo deseable que el artista logre consolidar una voz propia dentro del amplio abanico que es hoy en día el arte contemporáneo, también es cierto que esa voz no es el producto incubado bajo la seguridad de una torre de marfil. Muy por el contrario, creo que es el resultado de un conjunto de experiencias y aprendizajes colectivos que vamos interiorizando con el paso del tiempo. Frente a esto entonces surgen las preguntas más elementales del tema (pero no por ello fuera de contexto) ¿En qué radica la diferencia entre las dos obras? ¿Qué valores estéticos y conceptuales guarda para sí el proyecto presentado en Honduras? ¿Son la originalidad y lo nuevo, criterios para evaluar la producción contemporánea? Para mí la respuesta es simple y creo que a su vez las preguntas mismas resuelven el conflicto: en primer lugar, partimos de dos contextos no solo geográficamente distintos, sino también de preocupaciones bien particulares que responden a situaciones de orden social e histórico diversos, por otro lado, el proyecto realizado en Honduras responde a ciertas características propias de aspectos que han estado presente en mi trabajo desde un inicio como ser lo político y lo social como puntos de referencia, y por último, tal y como lo señala Bourriaud al respecto de la Post producción en el arte contemporáneo, una de las características de los procesos creativos de nuestro tiempo es la capacidad de reprogramar situaciones y objetos que a su vez son extraídos de una matriz social compartida por todos. También es necesario mencionar que las características que han definido mi proceso como artista han sido precisamente las de una sistematicidad y articulación entre un proyecto y otro. Muy lejos de considerar que una obra de otro artista que posee valores estéticos similares a una pieza mía desvaloriza lo realizado, pienso que por el contrario sitúa la obra en un diálogo con estos otros procesos, aunque sean circunstancialmente.


Por otro lado, creo que lastimosamente nuestro mundo está definido no por las ideas que se discuten, sino por las que se dan por sentadas. A veces estamos muy dispuestos a creer que nuestra producción es solamente derivativa de lo que ocurre en las otras esferas del reducido mundo del arte, por dicha razón, en no más de una ocasión, se pone en duda el valor y competencias creativas de nuestros artistas, así como su ética de trabajo. Considero que la ética de trabajo de un creador va más allá de la simple indagación formal que lo aleja de otros artistas. Creo que la ética de un artista está definida por la coherencia de sus ideas, y el consecuente desarrollo de las mismas en la vida cotidiana, algo que he procurado mantener permanentemente.


Por último, el objetivo de esta reflexión, como lo mencioné en un inicio no tiene la pretensión de convencer a nadie sobre culpabilidades e inocencias, no es algo que en lo personal necesite. En todo caso, lo que si espero es poder invitar a un tipo de diálogo más responsable, pero a la vez más preocupado sobre otros aspectos relevantes para el escenario local. 






viernes, 2 de noviembre de 2012

LA AMISTAD SE PIERDE NO CUANDO LOS AMIGOS YA NO TIENEN NADA PARA DAR, SINO CUANDO YA NO PUEDEN RECIBIR.







Samuel Trigueros, artista y escritor hondureño


LA AMISTAD SE PIERDE NO CUANDO LOS AMIGOS YA NO TIENEN NADA PARA DAR, SINO CUANDO YA NO PUEDEN RECIBIR.

SÓLO PARA RECORDAR A UN GRAN TRABAJADOR DEL ARTE EN HONDURAS, LUCHADOR A TIEMPO COMPLETO CON QUIEN SIEMPRE HEMOS PELEADO Y HECHO LAS PACES PARA NO PERDER LA COSTUMBRE, PARA RECORDAR QUE LA POESÍA NO SÓLO NOS UNE Y NOS SEPARA, CON ELLA TAMBIÉN CONSTRUIMOS SOCIALISMO.



Con la poesía también construimos socialismo

por: Samuel Trigueros

Hace casi un año, mientras leía algunos poemas en la Casa del Alba Cultural, en el marco del XV Festival Internacional de Poesía de La Habana, las noticias que llegaban a la isla desde Honduras informaban del asesinato de más compañeros resistentes, caídos en la lucha contra los oscuros tentáculos del imperio salvaje. Recuerdo que en ese instante pedí un minuto de silencio para mis compañeros asesinados y leí el poema “Antes de la explosión” -del libro homónimo-, uno de cuyos versos dice: “He llevado a la colina una corona/ hecha con el perfume con que la belleza hiere, / mortal, / la iniquidad; / y he pregonado/ que muerta la injusticia/ se acaba la necesidad”.

Hoy, el estado de indefensión se mantiene en esta Honduras golpeada, pero también permanece la voluntad, el pensamiento y la acción de un pueblo que lucha por su liberación. En ese contexto, la poesía ocupa un lugar importante que otorga sentido simbólico, humanismo y profundidad sensible a la insurrección constante que acontece en las calles, en los barrios, en las universidades, en el campo, en todos los espacios donde libramos esta lucha. Con la poesía también construimos conciencia revolucionaria y unidad de lucha.

Los poetas hondureños que nos oponemos a la oligarquía criolla y al vasallaje del sistema capitalista de EEUU, hacemos poesía con palabras; pero no son sólo palabras lo que ponemos en juego en la lucha popular, sino la vida misma de hombres y mujeres que sostenemos la poesía con la coherencia de que cada poema, cada verso, cada palabra, cada signo, debe ser refrendado con la acción concreta. Nunca como ahora se ha demostrado en Honduras que la poesía no es un acto de onanismo intelectual, sino nuestra máquina de guerra. Porque estamos en guerra, compañeros; estamos en una guerra de siglos que Cuba sostiene y gana desde hace mucho tiempo contra el oscurantismo y voracidad del imperio y de la miseria humana y que ahora nos toca librar también a nosotros de manera frontal.

Hace cincuenta años, en Bahía Cochinos el imperio recibió su primera derrota latinoamericana; y las arenas de Playa Girón parecen extenderse en el tiempo y el espacio hasta ser el mismo territorio donde poetas hondureños, junto a un pueblo valiente, cansado de soportar la humillación, la expoliación y las cadenas esclavistas, lucha por su liberación. De repente, “Hay quien se despide en la arena”, pero nosotros permanecemos en ella defendiendo la libertad, la justicia, el derecho a soñar y construir una patria socialista.

Esta pequeña memoria de lucha es sólo una manera de saludarles, compañeros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, compañeros de la Tertulia “El Hurón Azul”, compañeros del Festival Internacional de Poesía de La Habana, compañeros de la revolución cubana; es una manera de celebrar nuestras luchas y victorias, una manera de agradecerles por la lectura de nuestra poesía y también por su poesía viva, “ese misterio que nos acompaña”.


¡Hasta la victoria siempre!



Samuel Trigueros
(Tegucigalpa, 1967)




Oh Fortuna, emperatriz del mundo


A los mártires de la Resistencia

Sí, sin duda somos los más dichosos 
-los afortunados. 

Reinaldo Arenas




Nosotros todavía usamos gafas en los días soleados
para soportar el resplandor
de la vida
Nosotros todavía
maldecimos bajito en nuestro pequeño auto de tercera o cuarta
durante el congestionamiento de las siete de la mañana
o entre dientes en el micro (por aquello
de no ofender los amanecidos restos rancios
del dios que todavía cargamos en el alma)

Nosotros todavía buscamos un trabajo
entre los escombros del día o de la noche
para llevar la maravilla del pan a nuestros hijos

Nosotros aún somos capaces de correr
–sentir la sangre a borbotones, sudar como caballos solares,
jadear como una reluciente máquina, sentir el rojo corazón -
cuando nos siguen los soldados
y luego, en el refugio, reír, asegurar que ya
nos hacía falta un poco
de lacrimógena vencida del Perú

Nosotros todavía buscamos los paraguas cuando
la tetona de CNN anuncia la vaguada

Nosotros todavía soñamos elevar cometas
en el aire de octubre cuando todo haya pasado

Nosotros todavía
planificamos llevar nuestra bandera, el bote con vinagre,
pañoleta, gorra con estrella y ardientes consignas en el pecho
el día de la marcha

Nosotros aún
leemos, escribimos, hacemos la pancarta,
conspiramos,
queremos ver la era del poder en nuestras manos

Nosotros –se los digo, hermanos,
hermanas, compañeros-
somos los afortunados


Los demás se han ido sin dejarnos,
duermen
(desorganizados,
desmovilizados
por la muerte y su peso reprimidos)
bajo siete cuartas
en la eternidad del polvo y las estrellas
deseando
silenciosamente deseando
estar a nuestro lado
en la rugiente luz
de la vida y la batalla.







Fragmento VII




TE HABLO DESDE LA SOBERANÍA DE UN GRITO que antes fue una cadenita de suspiros, un rosario de gemidos inútiles apenas válidos para quitar del pecho un poco de presión insana. Te hablo así, desde el derecho cósmico que me otorga el segundo de mi existencia sobre la Tierra yerma. Escúchame. Acaso no sea tan profundo el abismo que han levantado entre nosotros; tal vez haya un mal cálculo en la suma de distancias desde los puertos de tus mercaderes y los arrecifes de mi sueño. Han lanzado sondas, sputniks y voyagers, cohetes con letras cirílicas para investigar si es posible todavía unir la órbita mecánica de tu corazón con la olorosa almendra que llevo en el costado. El eco de la soledad vibra bajo los discursos de los que anuncian un nuevo orden construido sobre los viejos cimientos carcomidos. No los escuches. El eco de la soledad es un señor cetrino que cruza un hall interminable con dos cubos de hielo en la bandeja plateada de la tarde. Por eso insisto en que me escuches, que salgas de tu cáscara insonora y me escuches. Vuelve tus ojos hacia las estrellas moribundas de mi barrio, desde donde surge mi voz, y enternécete por un segundo. Sólo entonces se encenderá el geranio que hace un siglo coloqué en tu mano; y la muerte, incinerados sus pezones, se irá en silencio a amamantar su olvido.






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